martes, 24 de abril de 2007

“Los mayores en España”




En la fotografía Juan Carlos de Pablos, Titular de Sociología de la Universidad de Granada e Inmaculada Manso, de la Fundación Albihar, ponentes del Ciclo de Soluciones Solidarias. Con ellos María José Vargas y José Linares, de Cooperación Social, componentes de la mesa.

** Análisis Sociológico de una nueva situación. Más que cambiante, puede decirse que la realidad de las personas mayores en España es nueva, por cuanto el fenómeno del envejecimiento masivo en las condiciones de la sociedad de la abundancia establece nuevas pautas de comportamiento y relación.
En España hay 7 millones de personas mayores de 65 años, que supone una proporción mayor de la sexta parte del total, aunque en algunas Comunidades Autónomas supera la quinta parte. Se calcula que esa proporción no parará de crecer, sobre todo los mayores de 85, edad que cada vez alcanza más gente y en mejores condiciones. **


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** La realidad es que la gran mayoría de personas mayores llega a los 65 años en buenas condiciones de salud. Los dos tercios de las personas mayores en situación de dependencia o discapacidad se encuadran en la categoría de mayores de 85 años, lo que da una idea de hasta qué punto la gente puede estar en condiciones de vivir esta nueva etapa en su vida como una oportunidad de sacar adelante planes y proyectos, así como de cuidar y mantener relaciones sociales, que además suponen una garantía de calidad de vida.
El 35% de los mayores de 65 años viven con su pareja. Un 22% vive solo, en parte como consecuencia del fallecimiento del cónyuge. Menos de una tercera parte vive con hijos, aunque también viva con su pareja. La inmensa mayoría quiere vivir en su casa, pues son celosos de su intimidad e independencia. Por otra parte, entre los que viven solos, sólo la quinta parte afirma preferir vivir sola; si lo hacen es porque han perdido a su pareja.
El 66% de los mayores viven con sus hijos o cerca de sus hijos y nietos, lo que hace que mantengan estrechos contactos con ellos; más de la mitad colabora o ha colaborado en tareas relacionadas con los nietos y para los demás miembros de la familia. En general, el trato con familiares y otras personas hace que las personas se sientan subjetivamente más satisfechos con su vida, en lugar de generar sentimientos de aburrimiento y depresión, más frecuentes en las personas solas y las que menos se relacionan. Quizá uno de los perfiles más nuevos y llamativos –también por crecer más en los sentimientos más negativos- que ya comienza a aparecer en los estudios es el del varón divorciado que vive solo.
Los problemas económicos no son los principales, ni tampoco los relacionados con el equipamiento de la vivienda, aunque cerca de una quinta parte tiene de un tipo u otro. En general, los problemas están asociados a las situaciones de incapacidad y de dependencia que, como hemos señalado, aumentan con la edad. Se calcula que la décima parte se hallan en situaciones de dependencia –en diversos grados, pero que se equipara con la pérdida de autonomía- y la discapacidad, carencia física o mental de alguna función –la sexta parte-.
En cuanto al ocio, se practican numerosas actividades, aunque los deportes y las actividades de formación son muy minoritarias todavía en España. Si pensamos en la forma de vivir, encontramos diversos estilos, desde los más aislados socialmente a los más familiares y relacionales. Sin embargo, ya se ve en nuestro país la forma de vivir de aquellas personas que se ocupan de sí mismos, en cuanto a actividades de ocio, formación y espectáculos, y también voluntariado. **

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