El verano puede ser la época más interesante del año o la más deprimente. De hecho, creo que es el momento en que más gente se suicida. Me imagino que muchos de los que sueltan lágrimas veraniegas y se sienten frustrados, son víctimas de la soledad, la falta de iniciativa (qué terapéutica es la rutina del trabajo, a veces), la melancolía, la: ausencia total de horizontes, la culpabilidad azarosa. Qué diferentes son esas personas que, movidas por el espíritu que sea, dedican sus vacaciones a realizar tareas de servicio a otros. -Hace poco he tenido noticia de la ONG Cooperación Social de Granada (Cosocial), que acaba de lanzar este verano una campaña refrescante, Compromisol, y ha conseguido liar a muchas personas en una iniciativa común. Sin salir de Granada u otras provincias andaluzas, se está recaudando mucho dinero para ayudar al centro de salud Walé, en Yamussukró (Costa de Marfil). Walé es una institución hospitalaria con escaso personal sanitario pero que atiende a cien marfileños cada día, en un país muy castigado por la guerra y que se sitúa entre los diez estados más pobres del planeta. Walé ha puesto en marcha varios programas, como el de bebés, que contempla el seguimiento nutricional y de crecimiento de 5.000 bebés, el de salud escolar, que comprende el examen médico de 10.000 niños de escuelas rurales, y la formación de maestros y padres en la prevención de enfermedades y primeros auxilios, etc. Pero necesitan ayuda para llegar mejor a más personas. Al conocer la labor de Walé, muchas personas de nuestro entorno geográfico, por influjo de Cooperación Social, se han ilusionado con levantar fondos para ampliar el centro y poder contratar más personal y atender a más pacientes; otros han buscado y buscan medicinas; otros han tenido la original idea de difundir cajas de Compromisol, un medicamento singular. Compromisol es una caja de tamaño y apariencia de medicina, pero que en su interior, en lugar de pastillas, contiene caramelos. Se han difundido cientos de compromisoles entre alumnos de diversos colegios y se pretende extenderlos en farmacias y otros establecimientos, para ofrecer a muchas personas la oportunidad de ayudar a miles de marfileños. El dinero obtenido con la venta de las cajas se destina íntegramente a medicinas. Cada vez que veo las tiendas atiborradas de guiris o nacionales en plena fruición consumista, vuelvo los ojos a monumentos de la cordura y del compromiso como el que presenta este verano Cosocial, y me digo: “A lo mejor no estamos tan jodidos y vacíos comoo parecemos”.
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