lunes, 30 de junio de 2008

Artículo publicado 30 Junio de 2008 Ideal


Oenegés, empresas y entidades de Granada se han lanzado a un objetivo tan ambicioso como generoso y complicado: recaudar fondos para un hospital ubicado en la ciudad de Yamoussoukró, en Costa de Marfil. Se trata de un país que figura entre los diez más pobres de todo el mundo, y ese dato es suficiente para describir las necesidades de su población, que tiene una esperanza de vida de 45 años, muy lejos de la holgada longevidad a que estamos acostumbrados en la opulenta sociedad occidental.

Otro dato que ilustra la situación de Costa de Marfil es éste: aunque en realidad lo que se quiere construir es una nueva fase de un centro de salud, una infraestructura de esas características representa para su ciudadanía mucho más de lo que aquí significa un hospital con todas las de la ley. Tales son las necesidades.

El centro sanitario funciona desde tiempo atrás gracias al impulso inicial del andaluz Ángel Tallón, quien además es el director médico. En la actualidad, presta cobertura a casi 23.000 personas que figuran entre las más pobres de un país ya de sí paupérrimo donde, para mayor 'inri', la sanidad no es gratuita y los medicamentos, tampoco.

Un enjambre de entidades ha puesto manos a la obra para ayudar al centro médico Wale. Desde tiempo atrás la oenegé Cooperación Social de Granada se está movilizando en esa dirección, pero no está sola en esa tarea. Empresas y otro tipo de entidades están también brindando su apoyo, según manifestó ayer Ricardo de la Hoz, portavoz de la oenegé.

Así, entre los participantes en esta campaña están Cooperación Social de Granada, Fundación Carlos Lozano -que tiene a importantes empresas detrás-, la entidad Gestión Orientación y Formación, la Fundación Cultura y Sociedad de Granada o Cooperación Internacional.

Según las explicaciones de Ricardo de la Hoz, para este plan son necesarios unos 500.000 euros, de los que ya se han recaudado algo más de 100.000.

El portavoz instó a entidades, empresas e instituciones públicas a que aporten su grano de arena para poder hacer posible este proyecto. Con la ampliación que está prevista, el centro médico Wale pasará a ser un edificio de tres plantas. Ya se encuentra redactado el proyecto arquitectónico, de modo que lo que hace falta ahora es financiación suficiente para llevarlo a cabo, objetivo que será posible si la sociedad granadina responde a este llamamiento con su solidaridad.

lunes, 16 de junio de 2008

Responsabilidad Social Corporativa y mortalidad infantil

(Consuelo Crespo Bofia, Presidenta de UNICEF España)
En los últimos años, las empresas españolas han empezado a asumir cierto grado de compromiso con las sociedades más vulnerables del mundo pero, excepto en contadas excepciones, de momento se hace en una medida casi testimonial. La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se ha convertido en una herramienta que está arrojando resultados, aunque estemos lejos todavía de lo que se podría considerar un verdadero cambio social en esta dirección.

Es habitual, en estos momentos de nuevas políticas empresariales oír que una empresa practica la responsabilidad social cuando, en realidad, se está limitando a cumplir la legislación y acuerdos plasmados en sus convenios laborales. Estamos, pues, ante una responsabilidad legal, cuyo incumplimiento llevaría sanciones económico-administrativas, pero no estamos ejerciendo una responsabilidad social real en el sentido de dedicar esfuerzos con impacto directo en colectivos y países que viven inmersos en situaciones muy graves. La RSC debe plantearse retos dirigidos a corregir esas graves situaciones y que lleven a alcanzar resultados que cambien realmente la vida de las personas. -


Cada día mueren en el mundo, por causas evitables, más de 26.000 niños antes de cumplir cinco años. Esta terrible estadística se traduce en que en 2006, el año más reciente del que se tienen estimaciones sólidas, se registraron cerca de 9,7 millones de defunciones de menores de cinco años. Más de un tercio de esos niños y niñas mueren durante el primer mes de vida, generalmente en su hogar y sin acceso a servicios esenciales de salud ni a los productos básicos que podrían salvarlos.

El camino está abierto. Ya existen experiencias que demuestran que se pueden atajar las cifras mortales de malaria, diarrea, sarampión o SIDA en los países en desarrollo. Y lo estamos haciendo, en las últimas décadas, intervenciones muy concretas y sencillas han conseguido recortar los escalofriantes porcentajes.

El informe de UNICEF que se acaba de hacer público con motivo del Día Mundial del Niño Africano, recoge que el África Subsahariana redujo su tasa de mortalidad infantil en algo más de un tercio entre 1976 y 2006. Es un gran logro, que ha sido posible gracias a acciones tan simples como las campañas de vacunación, que han supuesto un descenso de más del 90 por ciento en las muertes por sarampión en todo el continente africano, o la distribución de pastillas potabilizadoras de agua, que en determinadas circunstancias evitan diarreas que pueden ser mortales para niños en condiciones vulnerables.

La transmisión del SIDA también ha retrocedido, gracias al acceso a tratamiento para mujeres embarazadas. Y la malaria que, mientras avanza la investigación de los equipos que han sido reconocidos con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2008, sigue recortando número de víctimas con medidas como la distribución de mosquiteras impregnadas con insecticida.

Son pruebas de que, a mitad de camino entre el pronunciamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2000, y la fecha límite para alcanzarlos, el 2015, se ha progresado. Ha sido posible a través de alianzas entre organizaciones humanitarias, gobiernos y distintos sectores de nuestra sociedad, tanto en los países más industrializados como en los países en vías de desarrollo. Esta red de instituciones, públicas y privadas, y de personas comprometidas con las dificultades que millones de niños tienen para sobrevivir, es la base sobre la que se han emprendido las acciones que han rebajado la tasa de mortalidad infantil en el mundo.

Pero todavía muere uno de cada seis africanos antes de cumplir cinco años. Pobreza extrema, SIDA, conflictos civiles, desastres naturales, infraestructuras sanitarias inadecuadas, baja capacidad de los sistemas de salud, son algunos de los desafíos que debemos abordar en profundidad. Y tenemos pruebas, resultados, de que podemos hacerlo con éxito. Los cimientos para la acción están tendidos y afianzados. Es el momento de dedicarse de lleno, con una visión más certera, y hacer que la supervivencia infantil ocupe, por un lado, el primer lugar en el escenario internacional y, por otro, un espacio mucho más amplio en nuestras sociedades.

España sigue, salvo excepciones, el mismo ritmo que el resto de los países ricos, en cuanto a su implicación en acción humanitaria. Hay que avanzar, desde el compromiso individual y desde las instituciones y entidades públicas y privadas. Es el momento de que las empresas valoren la importancia de la verdadera Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en su dimensión real.

Es cierto que grandes empresas empiezan a crear departamentos de RSC y a incorporar sus acciones sociales como elementos de posicionamiento frente a la competencia, pero esta práctica reciente todavía se aplica de forma subjetiva. Mimar a los trabajadores para obtener un buen ambiente laboral y mejorar la productividad es una buena práctica, pero no se debe confundir con el importante valor que para la sociedad tienen las inversiones sostenibles en los sectores más necesitados.

Responsabilidad Social Corporativa va más allá de los muros de la empresa, es el conjunto de acciones encaminadas a la resolución de problemas que afectan a grupos vulnerables o excluidos en una sociedad que es propietaria de los factores productivos y que . la empresa utiliza para alcanzar sus propios intereses. Debería ser en la misión y en sus objetivos donde la empresa incluyera su compromiso con la sociedad, asumiendo las consecuencias de su actividad, tomando conciencia de que su papel no es solo económico y de que debe participar en la solución de los problemas que directa o indirectamente ahora o en el futuro próximo nos afectan a todos.

Lo reclaman los ciudadanos, que son los consumidores y clientes de los bienes y los servicios que ofrecen las empresas, y que están cada vez más informados y desean, por variadas razones, que se corrijan los enormes desequilibrios que afectan a nuestro planeta. Sabemos que no es posible llegar a una solución definitiva con el trabajo en solitario de las organizaciones humanitarias, es necesaria una urgente implicación de todos los sectores. La sociedad reclama acciones de cooperación con los países en desarrollo y las empresas deben valorar esta demanda.

Se trata de una acción de corresponsabilidad para romper el profundo desequilibrio que estarnos perpetuando. Todos debemos involucramos en lo que hemos llamado Objetivos de Desarrollo del Milenio, que no son otra cosa que la plasmación de unos objetivos mínimos que deberíamos alcanzar. La Responsabilidad Social Corporativa real es la mejor herramienta para que las empresas participen de un cambio que sabemos, atendiendo a resultados, que es posible.

miércoles, 4 de junio de 2008

Un poco de historia de Yamoussoukro



Yamoussoukro

Estación de autobuses de Yamoussoukro, con la Basílica al fondo
Yamoussoukro es una ciudad de Costa de Marfil situada junto al lago de Kossou, embalse artificial construido sobre el río Bandama. Situada a 6º 50' N y 5º 15' O, es desde 1983 la capital administrativa del estado en sustitución de Abiyán, situada a 240 km al sur, que continúa siendo no obstante la ciudad principal y la que concentra la actividad económica del país.
La ciudad tenía 155.803 habitantes según el censo de 1998 y una población estimada de 200.103 habitantes en 2006, originalmente de etnia baoulé, si bien actualmente convive en la ciudad gente de procedencia muy diversa ya que se encuentra en una encrucijada de caminos.
Destaca en ella la basílica de Nuestra Señora de la Paz de Yamoussoukro.
Historia
Yamoussoukro debe su nombre a la reina Yamousso, soberana en tiempos de la colonización francesa. En aquella época era una pequeña aldea (en 1901 sólo tenía 475 habitantes) llamada N'Gokro y dedicada a la agricultura. En 1939 la máxima autoridad del pueblo pasó a ser Félix Houphouët-Boigny, líder de la independencia de Costa de Marfil, que creó aquí el Sindicato Agrícola Africano. Una vez nombrado presidente del nuevo estado, Houphouët-Boigny destinó a Yamoussoukro importantes inversiones económicas.
En marzo de 1983, Yamoussoukro se convirtió en la capital política y administrativa de Costa de Marfil después de que lo hubieran sido anteriormente en el último siglo Grand-Bassam (1893), Bingerville (1900) y Abiyán (1933).
El 6 de noviembre de 2004, el aeropuerto de Yamoussoukro fue atacado por la infantería francesa después de que un avión militar proveniente de allí hubiese bombardeado a los soldados de la fuerza de paz de la ONU, además de diversos objetivos controlados por los rebeldes, con el resultado de la muerte de nueve militares franceses y un civil estadounidense. El ataque francés destruyó dos Sukhoi Su-25 de Costa de Marfil y diversos helicópteros Mil Mi-24, que constituían la mayor parte de las fuerzas aéreas estatales. Ello provocó un motín contra las tropas francesas después de la incursión contra el aeropuerto.

Basílica de Nuestra Señora de la Paz en Yamoussoukro
Monumentos y edificios destacados
En Yamoussoukro se encuentra el que es seguramente el lugar de culto cristiano más grande de la Tierra, y por descontado la iglesia más grande de África: la basílica de Nuestra Señora de la Paz, consagrada por el Papa Juan Pablo II el 10 de septiembre de 1990.
También son destacables la presa de Kossou, la Fundación Félix Houphouët-Boigny, la Casa del PDCI-GDR, las diversas escuelas del Instituto Politécnico Félix-Houphouët-Boigny, el aeropuerto internacional (con una media de 600 pasajeros y 36 vuelos en 1995, es el único aeropuerto africano en que podría aterrizar el Concorde), el Ayuntamiento, el templo protestante, la mezquita y el Palacio de Invitados.


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** Entrada extendida **

domingo, 1 de junio de 2008

Exposición fotográfica en los comercios de Granada


Ya lucen en los escaparates de veinticuatro comerci9os de Granada fotografías dela labor social que realiza Cooperación Social de Granada en diferentes puntos: Costa de Marfil, Granada y Argentina. La idea es original de Fernando Titos y Oriol, que con el apoyo de la Federación Granadina de Comercio ha conseguido la desinteresada cooperación de estos comercios. Muchas gracias a todos ellos y enhorabuena a Fernando y Oriol.